«Es sitio donde los domingos por la mañana la gente compra libros viejos y cambia cromos de artistas, cuanto más antiguos mejor. A mí me han dicho que hay cromos de cuando Elizabeth Taylor era virgen».
Cinco mujeres y media
«Susi vivía en la calle de Tamarit, no demasiado lejos de allí. Era la zona de los Encantes, del mercado de San Antonio, la zona entrañable del capazo en sábado, del libro viejo en domingo. Era un cierto sector de una cierta juventud de Méndez, sector de luces macilentas, de tiendas pequeñas, de dependientas culonas, de tardes otoñales que uno ve morir. Era un pedazo de la Barcelona que Méndez amaba a pesar de todo, y a veces aún se detenía de noche ante la estructura de hierro del mercado y veía cómo un viento venido de muy lejos movía las luces amarillas, inmunes al tiempo».
Crónica sentimental en rojo
«Carlos Bey, cosa excepcional en él, salía los domingos a primera hora de su casa del Paralelo, iba hasta la Calle Nueva, desembocaba en las Ramblas, ascendía por ellas hasta Pelayo, alcanzaba la plaza de la Universidad y la Gran Vía, bajaba por Urgel y finalizaba su caminata en el mercado de libros de San Antoni, visita que durante años fue para él un rito. Allí se encontraba con sus recuerdos, numeraba los años que ya no volverían, circunvalaba el gran cementerio de libros e ilusiones, se detenía ante tiendas cerradas donde tiempo atrás, en la adolescencia, trabajaban chicas redonditas a las que deseó furiosamente. Era su misa secreta y sentimental, su liturgia pagana de los domingos».
Las calles de nuestros padres
2 comentarios:
Un bon lloc on fer la cerca de les seves novel·les difícils de trobar...
Sí, tant les policíaques com les signades com a Silver Kane
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