Cadena

«Y buen conocedor del terreno, fue hacia allí. Te das cuenta de que estás descendiendo cada vez un poco más, Méndez, y no es que la calle de la Cadena sea peor que la de San Rafael, qué va. Incluso la Cadena es una calle histórica, porque aquí, si no recuerdas mal, mataron al Noi del Sucre, cuando tú no estabas para atrapar a los culpables tras audaz carrera. Pero es más triste, o al menos eso crees tú, porque a la Cadena van a morir los que ya se han cansado de luchar en San Rafael durante los años en que tuvieron la raja y el paquete en su sitio. Aquí las pensiones tienen una luz aún más amarga, son pensiones de vieja, de gato, de loro resabiado y de huésped yacente, donde una mujer como Lourdes habrá masticado su última soledad y su última derrota. La cama es el instrumento de trabajo más cruel que existe, Méndez, porque cuando lo necesitas de verdad, te echa». 

La dama de Cachemira